El rol se define como la función que algo o alguien cumple, si se refiere a los roles grupales define como el papel que desempeña cada uno de los componentes dentro del mismo.
Cada vez que se crea un nuevo grupo se produce el proceso de ubicación de sus miembros. Según Muchielli la asignación de los roles de grupo viene marcada por estos cinco factores:
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El papel que cada uno decide jugar en el grupo
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El papel que cree haber jugado
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El papel que los demás esperan de él
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El papel que el resto le imputan
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El papel que ha jugado en realidad
La asignación del rol que cada uno desempeña no sólo depende de uno mismo sino también del resto y de las interacciones que se produzcan entre ambos. Raramente encontraremos en un mismo grupo dos personas con roles idénticos y junto con el rol llegará el nivel de estimación y de respeto del resto.
A la hora de trabajar en un grupo, deberemos saber identificar los roles que desempeñan cada
uno de sus miembros, esto nos permitirá conocer mejor el papel que le atribuyen los compañeros.
Los roles que vamos adquiriendo a lo largo de nuestra vida van marcando nuestra forma de actuar y nuestro auto concepto, y no lleva a sentirnos cómodos en el rol que ocupamos normalmente. Por ejemplo si desde siempre tenemos un rol como el “gracioso” nos definiremos como el gracioso y procuraremos comportarnos como tal. Aunque con el tiempo la persona buscará desempeñar nuevos papeles.
A la hora de trabajar con grupos podemos sentirnos tentados en repartir las tareas entre aquellos
que normalmente las desempeñan, pero es bueno que las repartamos entre todos y así evitar
encasillar en un rol a cada miembro.
Una forma interesante de clasificar los roles es dividirlos entre los que los que contribuyen a su
construcción y los que la frenan.
El rol de Liderazgo:
El diccionario de la RAE define líder como la persona a la que un grupo sigue reconociendo como jefe u orientador. A la hora de habar del liderazgo en grupos debemos introducir un matiz con el término “jefe” no debemos confundir al que ostenta esta figura como una designación jerárquica, con el que sin ocupar el cargo se convierte en referente del grupo por el desempeño de alguna tarea.
Rejano (2003) define llamar líder formal (aquel que es influyente por ocupar un puesto o posición social de prestigio o autoridad) y líder informal (es aquel que influye en el resto pero de un modo “informal”
Ahora que hablamos de liderazgo vamos a aprovechar para desmentir algunos mitos que giran en torno al rol de liderazgo (Blanchet y Trognon, 1996)
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El mito del poder: se cree que los dirigentes son equiparables al líder.
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El mito de la personalidad: los lideres ejercen una influencia personal en las discusiones de grupo.
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El mito de los dos líderes: el líder socio-afectivo, que fijará las relaciones entre los miembros y el
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líder de la tarea que fijará el trabajo en grupo.
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El mito de las funciones: por el cual los líderes cumplen ciertas funciones específicas.
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El mito del líder natural: El líder “nace” no se hace.
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El mito de la exclusividad: Sólo uno de los miembros del grupo tienen condiciones de líderes,
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cuando el lideraz go se puede llevar a cabo por diferentes personas
García Álvarez (1990:44) destaca unas características dentro de los líderes informales:
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Vitalidad: Capacidad de trabajo y la resistencia ala fatiga
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Estabilidad emotiva y resistencia a la frustración
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Inteligencia práctica y realista
Si queremos estableces una distinción entre líderes No formales:
El experto: al que el grupo da valor por su competencia técnica en algún campo concreto.
El carismático: Destaca en cualidades emocionales e inspira un alto grado de confianza.
El gestor: Alto grado de competencia ejecutiva y capacidad de organización.
El dinamizador: Referente por su destreza en la activación del grupo.
Entre los líderes formales tenemos:
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Estilo autocrático: Dirigente que dicta él solo las normas, el organiza todo, no distribuye el trabajo. (Juan palomo yo me lo guiso yo me lo como) exige, nada, castiga… a largo plazo crea tensión y el nivel de rendimiento del grupo baja.
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Estilo paternalista: El dirigente sobreprotege al grupo y quiere hacerlo todo él. No valora la iniciativa ajena, crea dependencia.
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Estilo “Laissez-faire”: No toma la iniciativa, no asume responsabilidad, es inseguro. Su acción suele conducir a la desintegración del grupo motivada por el desinterés que contagia.
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El estilo democrático: Dirigente que valora siempre las ideas e iniciativas del grupo, coordina, anima y promueve la participación, favorece la aparición de liderazgos, distribuye el poder de decisión. Crea un clima de distensión.